Descripción
Se utiliza cada vez con mayor frecuencia en el sector del culturismo, ya que en combinación con diversos esteroides y péptidos consigue un excelente y extraordinario efecto en el campo de la quema de grasas. Estamos hablando de la hormona tiroidea T3. Puedes averiguar todo lo que debes saber al respecto aquí:
GENERALIDADES Y CÓMO FUNCIONA T3 – LIOTIRONINA (CITOMEL):
T3 (Liothyronine, Cytomel) es una hormona tiroidea que se usa ampliamente para perder grasa, especialmente en el contexto de los ciclos de esteroides. La T3 se produce naturalmente en el cuerpo como resultado de la T4, es decir, la producción de tiroxina por la glándula tiroides. La administración oral de T3 puede resultar en niveles séricos de T3 más altos de lo que ocurriría naturalmente, lo que permite una pérdida de grasa más rápida y, en algunos casos, una producción y un metabolismo potencialmente más altos de la hormona del crecimiento.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de dosificar T3 es que el fármaco en sí tiene poca estabilidad, lo que da como resultado una pérdida de potencia con el tiempo, que es el caso incluso de las preparaciones farmacéuticas en forma de comprimidos. Las preparaciones líquidas son aún más propensas a perder eficacia. Las dosis que se indican a continuación se refieren a T3 a plena potencia, como es el caso de los productos farmacéuticos cuya fecha de caducidad aún no ha expirado. En muchos casos, otros productos T3 contendrán menos o mucho menos T3 de lo que se indica en la etiqueta.
LA DOSIS DE T3 – LIOTIRONINA (CITOMEL):
Por este motivo, lo mejor es buscar T3 de grado farmacéutico, preferiblemente de origen americano o europeo. De lo contrario, la dosis puede ser peligrosa y engañosa. Por ejemplo, una persona podría considerar que una dosis de 150 mcg es una dosis adecuada cuando usa un producto de baja potencia, pero considerar que 150 mcg para un producto de potencia completa es una sobredosis extrema.
EXISTEN DOS ENFOQUES DE DOSIFICACIÓN PARA T3 QUE ESTÁN MÁS AMPLIAMENTE DISTRIBUIDOS:
En el primer enfoque, el objetivo es obtener una ventaja sostenida en la pérdida de grasa o ayudar a mantener una composición corporal personal cercana a la ideal. En este enfoque, la dosis de T3 es muy baja, preferiblemente 12,5 mcg / día pero en algunos casos hasta 25 mcg por día. En el extremo inferior de este rango, las pruebas de tiroides generalmente no mostrarán una supresión notable de la función tiroidea, incluso con el uso prolongado. A veces se observa una supresión moderada en el extremo superior, pero los resultados son mejores que si no se usa T3 y la supresión es rápidamente reversible después de que se interrumpe la T3.
En el segundo enfoque, el objetivo es lograr un aumento bastante constante en la tasa de pérdida de grasa mientras se acepta la supresión de la función tiroidea. La dosis preferida utilizada es de aproximadamente 50 mcg por día, pero en algunos casos puede llegar a 75 mcg por día. Preferiblemente, dicho uso no debe ser permanente, sino solo durante un período de tiempo limitado, como de 8 a 12 semanas, incluso si no hay necesidad de un período de tiempo exacto.
Dado que la T3 tiene solo una vida media corta, es preferible tomarla distribuida durante el día a una sola dosis por día si la dosis diaria total no es muy baja. Por ejemplo, sería mejor tomar una dosis de 12,5 mcg por día de una vez por la mañana, pero con una dosis de 50 mcg por día sería mejor dividir la dosis diaria total en tres o cuatro dosis a lo largo del día en lugar de la cantidad total que debe tomarse de una vez.
LOS EFECTOS SECUNDARIOS DE T3 – LIOTIRONINA (CITOMEL):
Después del uso prolongado de T3 en una dosis supresora, la producción de hormona tiroidea natural se suprime durante un período de tiempo después de que se detiene T3. En general, la duración parece estar relacionada con la duración del uso. En el caso del uso a corto plazo, normalmente no hay un período notable de función tiroidea baja después del uso, pero con un ciclo de T3 más largo, la función tiroidea baja en algunos casos puede durar hasta 6 semanas.
Las dosis altas de T3, que generalmente comienzan en alrededor de 75 mcg / día pero en algunos casos no comienzan antes de 100 mcg / día, pueden resultar en una frecuencia cardíaca acelerada y debilidad muscular y pueden ser catabólicas, o al menos reducir el anabolismo. Las altas dosis de esteroides anabólicos, por supuesto, tienden a enmascarar este último efecto.
Los niveles altos de T3 reducen los niveles de IGF-1, lo que puede reducir la eficacia anabólica de las hormonas del crecimiento, pero no alteran la eficacia de las hormonas del crecimiento en la pérdida de grasa.
Esto lleva a algunos a creer que la T3 reduce los efectos secundarios de la hormona del crecimiento. En realidad, sin embargo, T3 hace que la misma dosis de hormona del crecimiento produzca menos IGF-1 en el cuerpo de lo habitual. Sería más eficaz simplemente reducir la dosis de la hormona del crecimiento a un nivel personalmente razonable.
El efecto de reducir la eficacia de las hormonas del crecimiento es particularmente pronunciado en dosis de T3 por encima de 50 mcg por día y no parece notarse, si es que lo hace, cuando se usan dosis como 25 mcg de T3 por día.
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